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Su experiencia es frecuentada por todos los gourmands, amantes del buen comer, el buen beber y el buen vivir, que no se resisten a probar los mejores jamones del mundo, cortados a mano por él mismo, uno de los pocos maestros cortadores que hay en el país. No en vano, Jonathan Vargas Castro está certificado como tal por tres prestigiosas jamonerías españolas: Bernando Hernández, Guijuelo Salamanca y Redondo Iglesias. Actualmente está encargado de la charcutería de Seratta considerada una de las mejores de Colombia.  

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El tema de las charcuterías es muy incipiente todavía en el país, dice este también sommelier, por eso, como maestro cortador, experto en quesos y vinos, realiza una labor pedagógica para que los comensales aprendan las características de los verdaderos jamones cuyo mundo es exactamente igual al del vino, donde cada una de las patas tiene unas características, historias y precios completamente diferentes.

Si hay algo que le encanta a Jonathan es sembrar conocimiento con un mensaje claro: “La delicadeza de las obras de arte se aprecia desde el primer contacto visual. Y la charcutería, como otra forma de arte, tiene obras de máxima calidad que llegan al paladar en forma de lonchas de jamón”.